Es lo que tiene internet. Facilita la información y la intermediación y, en consecuencia, la comparación de productos/servicios y su contratación directa por parte de los interesados. Sin embargo, algunos aún recurren a los agentes de seguros y otros, por obligación legal, a la publicitación de sus necesidades en boletines oficiales, convocando un concurso que se llevará el mejor postor (quien ofrezca, entre otras cosas, el precio más bajo).
Pues bien, difícil lo va a tener quien quiera participar en el concurso publicitado en el BOE de hoy: “Acuerdo de la Diputación de Castellón por el que se anuncia la contratación mediante acuerdo marco del contrato de servicios de seguros taurinos”.
Y digo que es difícil no por la casuística de la tipología asegurada (¿qué será? ¿los daños a los toreros? ¿al público? ¿indemnizaciones si el toro sale rana –léase dócil o saltarín-?), sino por el precio de licitación:
“Presupuesto de licitación: 0 euros”.
Espero que esto de hacer daño a animales (¡como público espectáculo!) no les salga realmente gratis a quienes lo promueven.
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